Esta película clásica salió en la década de los sesentas bajo la dirección de William Castle, muy conocido por sus innovadores métodos de promoción para sus producciones. De manera similar a La casa de cera, la relación entre esta película y su remake se encuentra sólo en el nombre.
La historia comienza con una familia que se muda a una casa heredada por el tío del padre. Todo marcha bien hasta que se dan cuenta de que su nueva residencia incluye una fortuna escondida y a 12 inquilinos fantasmales: Desde un domador sin cabeza (y su león) hasta un esqueleto en llamas. Buck, el hijo menor, es quien va descubriendo pistas que conducen a la resolución del misterio.
A diferencia de su versión posterior Los 13 fantasmas logró ser interesante sin recurrir al gore o a la desnudez, lo cual la convierte en una película más familiar. ¿Qué es lo que no encontraremos? Cazadores de fantasmas, el intrigante zodíaco negro, construcciones de cristal o máquinas alimentadas por la energía de los muertos.
Probablemente la única cuestión que deja con dudas al espectador es: ¿Por qué la familia no salió de la casa a pesar de todas las advertencias? Cualquiera en su sano juicio hubiera salido huyendo de ahí...
Un aspecto muy interesante fue la original estrategia publicitaria, conocida como Illusion - O. Consistía en un visor especial que tenía 2 filtros de colores (rojo y azul), el cual se entregaba en el cine. Durante la película había momentos determinados en que se indicaba a la audiencia que utilizara los visores (por ejemplo: cuando la pantalla cambiaba a un tono azulado, cuando aparecía un mensaje o cuando los personajes usaban los suyos).
El espectador podía elegir si quería "ver fantasmas" o no cambiando de filtro (los más valientes preferían el rojo). Sin embargo, la estrategia comenzó a decaer cuando los miembros de la audiencia se dieron cuenta de que las apariciones eran visibles sin necesidad del accesorio.
Los 13 fantasmas es una película que encuentro altamente entretenida y original para su época.