lunes, 3 de enero de 2011

Fahrenheit 451 (1953)



Amantes de las novelas distópicas, esta entrada va para ustedes.
Fahrenheit 451 fue escrita por Ray Bradbury, se centra en una sociedad futurista muy peculiar. En primer lugar, la vida de los ciudadanos se centra alrededor de los medios masivos (como la televisión), los cuales ahora son interactivos e incluso llegan a reemplazar la compañía de otros seres humanos. En contraste, los libros están absolutamente prohibidos; al punto en que cualquier persona que sea sorprendida en posesión de uno es arrestada, enviada a una institución psiquiátrica o asesinada. Por último, los bomberos ahora no se dedican a apagar el fuego, sino a producirlo: son los encargados de destruir los materiales escritos.
Es aquí donde se encuentra el protagonista, Guy Montag. A pesar de que está acostumbrado a cumplir siempre con las órdenes de sus superiores y a vivir en medio de la modernidad, varios sucesos ocasionan que su inicial indiferencia hacia los libros se convierta en curiosidad. Poco a poco, Montag comienza a descubrir por qué son tan despreciados, así como los efectos negativos de la tecnología en otros. También se ve forzado a tomar una decisión fundamental: Continuar con su estilo de vida habitual o arriesgarse a descubrir más.
Esta novela es simplemente fascinante. Las descripciones son vívidas, los personajes están bien desarrollados y los sucesos son impresionantes. La transformación de Montag es un proceso que vale la pena observar con detenimiento. Los temas que maneja (la importancia del conocimiento, la manipulación mediática, la tendencia del ser humano a permanecer en un estado de comodidad) continúan siendo trascendentales. Otra cosa que me sorprendió es que se trata de un libro relativamente corto.
Quizá lo más interesante son todos los paralelismos que se pueden encontrar en la época actual. En primer lugar, es evidente que los aparatos electrónicos han disminuido el interés de muchas personas por la lectura (también tiene mucho qué ver el hecho de que muchos - sobre todo los jóvenes - tienden a ver los libros como una obligación propia de la escuela). Además, se ha demostrado que son adictivos. No hace falta realizar un estudio... Sólo es cuestión de detenerse a observar cuántas personas pueden mantenerse lejos de una computadora o del blackberry. En mi experiencia, conozco a muchas que se desesperan si no tienen Internet, entre otras cosas... Pero al preguntarles cuántos libros leer al año... Silencio. Son raros los que muestran interés en eso.
La manipulación mediática se retrata de manera muy dramática en la novela y, por desgracia, sigue estando presente. Lo triste es que muchas personas no cuestionan la información que se les proporciona; o ni siquiera investigan para confirmar su veracidad.
Una de las escenas sobresalientes de la obra es cuando uno de los personajes comenta sobre el proceso que se siguió para vetar los libros. Durante ese tiempo, nadie mostró preocupación al respecto, lo cual le dio ventaja a las clases altas para lograr su prohibición absoluta. Ojalá y no pase lo mismo...
Fahrenheit 451 es una novela que no sólo es entretenida, sino también tiene una gran cantidad de material para reflexionar.
Dicho sea de paso, ya hay una película. Próximamente comentaré al respecto.

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