martes, 4 de enero de 2011

Rayos X / X-Ray (1982)

Esta película tuvo otros 3 títulos más: Hospital massacre, Be my valentine, or else... y Ward 13. La trama gira alrededor de Susan (interpretada por Barbi Benton), una mujer que es acechada por un admirador indeseado que no se detendrá ante nada con tal de lograr sus propósitos.
La pesadilla de Susan comenzó en su infancia, durante un San Valentín. Un niño expresa constantemente su interés romántico hacia ella; sin embargo, no es correspondido. El rechazo le provoca un deseo de venganza incontrolable, que le hace cometer su primer asesinato a esa tierna edad y (como se muestra después) prevalece hasta la edad adulta. La jovencita se horroriza al encontrar a su acompañante muerto, mientras el trastornado asesino la mira desde la ventana.
La película avanza varias décadas. La protagonista ahora es una mujer bastante atractiva que parece haber dejado atrás el aterrador suceso. Susan va a un hospital para hacer un chequeo de rutina. Sin embargo, cosas extrañas comienzan a suceder: Los resultados de sus pruebas muestran diagnósticos erróneos, los médicos se muestran siniestros y nadie sabe darle una explicación del problema. Finalmente es forzada a permanecer en el lugar. No conforme con eso, el personal del lugar comienza a morir a manos de un asesino vestido como un cirujano. Ahora, la mujer deberá encontrar la manera de salir antes de que se convierta en la próxima víctima.
Hay qué reconocerlo: Rayos X es bastante decente en cuanto a las actuaciones y tiene su creatividad en varias escenas. Quizá no sea una película brillante, pero tampoco es la peor que he visto. La premisa básica (el individuo cuyo amor no es correspondido y que a causa de ello se vuelve un asesino) se ha explorado hasta el cansancio, pero aquí se añade un poco más de misterio gracias al asunto de la edad: El espectador sabe quién es el villano, pero no cuál es su apariencia.
Eso por el lado positivo.
Sin duda, el mayor problema que tiene esta película es que tiene varios momentos de hilaridad no intencional (no es bueno, al menos en este género). A pesar de que una persona deje de lado la seriedad y acepte la ficción, hay varias situaciones que es imposible ignorar porque desafían toda lógica.
Francamente, ese ha sido el hospital más extraño que he visto en mi vida. Más que un hospital general, parecía un manicomio. La vigilancia era inexistente, había muchas áreas desiertas, la iluminación era tan débil que estaban casi a oscuras y algunas enfermeras estaban tan mal preparadas que ni siquiera podían responder preguntas sencillas (esto me quedó clarísimo en una escena donde el novio de la protagonista pregunta por qué debe quedarse y la enfermera le contesta con la misma pregunta. WTF!). Si ese conjunto de circunstancias no grita: ¡Algo terrible va a suceder aquí!, entonces no sé qué otras señales se necesitaban. Los procedimientos médicos que se llevaban a cabo en la institución también eran bastante cuestionables. Por ejemplo: Desnudar innecesariamente a una paciente para hacerle un chequeo (claramente esto se hizo pensando en los caballeros de la audiencia.) o retenerla contra su voluntad en el lugar. En la vida real, lo más probable es que todo hubiera resultado en una demanda.
Las acciones de los personajes fueron demasiado predecibles... y equivocadas. En el caso de Susan, tuvo más de una oportunidad para escapar del lugar; especialmente durante la persecución del asesino. Sin embargo, eligió meterse en cuarto tras cuarto...
El asesino también debe ser uno de los más raros en la historia del cine. Una pregunta que me hice varias veces es: ¿En qué momento se cambiaba de ropa? Recuerdo que, a pesar de que se salpicaba de sangre, la próxima vez aparecía con la bata inmaculada. Y así sucesivamente. También hubo muchas situaciones en las que (milagrosamente) estaba muy cerca de su víctima, pero ni siquiera se daba cuenta.
Hubo algunos cabos sueltos, pero al final todo es insignificante comparado con las situaciones ya descritas. Rayos X es una de esas películas que se ven durante un momento de ocio y hasta ahí (probablemente desde el punto de vista masculino sea memorable, por la conocida escena del examen o simplemente por la presencia de Benton.).
Claramente los hospitales se convirtieron en los escenarios favoritos de las películas de terror a principios de los ochentas. Un año antes se había lanzado Halloween II; y ese mismo año salió Angustia en el hospital central (Visiting hours).
Por cierto... No encontré un trailer.

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